
Hoy celebramos y conmemoramos los 99 años de vida del Partido Comunista de Chile. Son 99 años de vida y de lucha junto al pueblo y a los trabajadores. No ha sido un camino fácil, sin embargo, pesar de la represión y de los golpes que hemos recibido en los diferentes períodos de la vida partidaria, aún en estos días, aún en estos tiempos, y a un año de cumplir cien, seguimos presentes, vigentes, y seguimos siendo un partido de raigambre obrera, campesina e intelectual, inspirado por el pensamiento de Marx y Lenin, seguimos existiendo y porfiadamente seguimos luchando por el socialismo en el convencimiento de que otro mundo mejor es posible.
En estos 99 años de vida, la gente, el pueblo te saluda, de norte a sur, a lo largo de la cintura delgada de la patria, desde socavones dormidos en lechos minerales, desde caminos rurales, desde grandes ciudades y carreteras, desde el campo con olor a madre tierra en la que los labradores depositan semillas germinales.
Desde territorios de alfareros de manos de arcilla y greda de las que salen como pájaros del nido, fuentes, ollas, jarros y vasos. Desde tierras regadas con la sangre de los combatientes internacionalistas.
Desde las alturas de cordilleras milenarias, testigos del paso de la cruz, la espada, la sangre y el fuego invadiendo de norte a sur nuestras tierras. Desde territorios de habitantes indomables renaciendo en la lucha de la raza templada en el fuego de los volcanes. Desde la serenidad de las noches silenciosas del desierto, de ese desierto donde el Partido Comunista, junto a Luis Emilio Recabarren y Elías Lafferte y tantos otros, comenzó hacer caminos por la vida.
Desde , valles y montes, desde todo los rincones de la patria viene el saludo en este aniversario, viene en el recuerdo de los que ayer cayeron y la presencia de los que hoy continúan la lucha.
En las grandes alamedas de la patria, las que aún están cerradas para el pueblo, la lucha continúa. Canciones, consignas, enfrentamientos, banderas rojas al cielo enarboladas. Las gentes en las calles, luchando por abrir las grandes alamedas para el pueblo, la gente grita e invoca tu nombre en las consignas